Los atributos de la Transparencia Proactiva son características clave que aseguran que la información proporcionada por una entidad, especialmente las gubernamentales, sea útil, accesible y confiable para los ciudadanos.
Accesibilidad: La información debe estar disponible y ser fácilmente localizable por cualquier persona. Esto implica que se debe poder acceder a ella sin barreras significativas, como la necesidad de registros complicados o pagos.
Confiable: La información debe ser de una fuente acreditada y debe inspirar confianza en su veracidad y precisión.
Comprensible: La información debe ser clara y presentada de una manera que sea fácil de entender para todos los usuarios, independientemente de su nivel de conocimiento técnico o específico del tema.
Oportuna: La información debe ser proporcionada en un momento adecuado, es decir, tan pronto como esté disponible y sea relevante, para que los usuarios puedan tomar decisiones informadas en tiempo real.
Veraz: La información debe ser correcta y verdadera. No debe contener errores, omisiones o datos falsos.
Congruente: La información debe ser coherente y estar en armonía con otros datos o informaciones relacionadas, evitando contradicciones.
Completa: La información debe estar completa, es decir, debe incluir todos los detalles y datos necesarios para una comprensión total del tema en cuestión.
Actualizada: La información debe ser actualizada con regularidad para reflejar los cambios o nuevos datos disponibles, garantizando que siempre sea relevante y precisa.
Verificable: La información debe ser verificable, es decir, los usuarios deben poder comprobar su exactitud y autenticidad a través de fuentes independientes o adicionales.
Estos atributos juntos aseguran que la transparencia proactiva sea efectiva, proporcionando a los ciudadanos la información que necesitan de manera clara, accesible y confiable, fomentando así la confianza en las instituciones y mejorando la participación ciudadana.