La Transparencia Proactiva se refiere a la práctica de las organizaciones, especialmente las gubernamentales, de publicar información relevante y de interés público de manera voluntaria y anticipada, sin necesidad de que los ciudadanos la soliciten. Este enfoque va más allá de la simple respuesta a las peticiones de información, buscando activamente mantener informada a la ciudadanía de manera constante y accesible.
Permite entendimiento y acción: Facilita que los ciudadanos comprendan la información relevante sobre las acciones y políticas del gobierno, lo que les permite actuar con conocimiento.
Proporciona bases para la toma de decisiones: La disponibilidad de información relevante y actualizada permite que los ciudadanos y las organizaciones tomen decisiones informadas.
Fomenta la rendición de cuentas: Al hacer pública la información sobre las actividades y decisiones del gobierno, se promueve la rendición de cuentas, obligando a los funcionarios a actuar con mayor responsabilidad.
Mejora la calidad de vida de los ciudadanos: La transparencia proactiva contribuye a una gobernanza más eficiente y efectiva, lo que puede traducirse en políticas y servicios públicos que mejoren la calidad de vida.
Fomenta la participación activa de los ciudadanos: Al estar mejor informados, los ciudadanos están más capacitados para participar en el debate público y en los procesos de toma de decisiones, fortaleciendo la democracia.
En resumen, la Transparencia Proactiva es una práctica esencial para fortalecer la democracia, mejorar la gobernanza y empoderar a los ciudadanos mediante la provisión constante y accesible de información relevante y precisa.